“La Inteligencia Emocional es una herramienta fundamental para resolver los problemas cotidianos de comunicación y convivencia, el nerviosismo, el miedo a hablar en público, a las situaciones de evaluación y muchas otras situaciones difíciles. Es la capacidad que necesitamos desarrollar todas las personas para evitar que la timidez, la inseguridad, la baja autoestima o diferentes problemas emocionales de nuestra vida, disminuyan nuestro rendimiento mental”.
Durante mucho tiempo se ha creído que desarrollar la Inteligencia Racional era lo más importante para triunfar en la vida. Actualmente se sabe que el éxito y la felicidad en la vida no dependen de ella, sino que es indispensable desarrollar al máximo la Inteligencia Emocional.
Una investigación realizada a nivel mundial por “The Consortium for Research on Emotional Intelligence in Organizations”, arrojó un resultado sorprendente y vinculado a nuestro Cociente de Éxito: el mismo se debe un 23% a nuestras capacidades intelectuales, y un 77% a nuestras aptitudes emocionales.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), algo más del 2% de la población mundial posee altas capacidades intelectuales y, sin embargo, la mayoría no alcanzan el éxito académico que podrían lograr, por falta de desarrollo en la Inteligencia emocional.
En pocas palabras, tener una Inteligencia Emocional elevada es más importante para tener éxito en la vida que tener un alto coeficiente intelectual.
La buena noticia es que la Inteligencia Emocional es una capacidad que se puede potenciar, educar, cambiar, desarrollar y mejorar al igual que otras habilidades intelectuales, por este motivo en países desarrollados como EEUU, Francia, Inglaterra, Alemania, España, Canadá y muchos otros, ya se dan clases de Inteligencia Emocional.